A mi hijo de un añito le pirra el paté... es darse cuenta que estoy desayunando paté y convertirse en un apéndice mío un poco pidión. Pero a mi no me hace gracia que tome cosas procesadas industrialmente, tantos aditivos... conservantes y excipientes. Por no hablar de la cantidad de grasas que suelen tener los patés. Compro los ligeros, pero siguen teniendo mucha cantidad de grasas, aunque los beneficios de tomar hígado pesan en contra partida. (El principal es el gran aporte de hierro animal que asimilamos mucho mejor que el vegetal)
Se lo comenté a mi madre, como la típica gracia del día... y ella sacó su libro de cocina del peso ideal y me dijo: "nena, yo hacía una receta de paté casero que salía buenísimo y era de la dieta del peso ideal"
Mi madre... que gran tesoro, cuanto le debo y que agradecida estoy de todo lo que me ha enseñado, en cocina, labores, costura, respeto, valores morales y una lista enorme que no sería capaz de escribir entera. Ojalá sepa hacerlo la mitad de bien que tú.
Pues ojeando el 2º libro de recetas del peso ideal de mi madre (¡que hallazgo!) copié la receta del paté que es casi tal cual la que pongo aquí.
Ingredientes:
Un par de pechugas de pollo o pavo. (Unos 400 gr aprox)
4 Hígados de pollo muy limpios. (De una tarrina de casi 400gr de hígados y vísceras, tras limpiarlos y quedarme sólo con los hígados, se quedó en una tercera parte más o menos)
Uno o dos quesitos desnatados.
Una cebolla; y sal, pimienta y especias al gusto.
Elaboración:
Como casi siempre, empezamos picando pequeñita la cebolla, un par de cucharadas de aceite de oliva y a la sartén.
Cuando está un poco blandita añadimos las pechugas picaditas y especiadas.
Limpiamos muy bien el hígado y troceamos.
Cuando el pollo está sellado y un poco hecho (blanquito y blandito) es el momento de añadir el hígado a la sartén.
No es necesario hacer mucho el hígado, sin dejarlo crudo, pero no muy hecho. Más o menos como sale en la imagen.
Dejamos que temple un poco, a mi en este punto me gusta taparlo para que se quede cociéndose con el resto de calor que queda en el fuego) y a la batidora.
Sin añadir el queso quedaría así como muestro en la imagen, que se puede dejar, es más espeso y de sabor más intenso. Yo prefiero añadir el queso y de uno en uno para ir probando de sabor y textura.
Rellenar en el tupper o recipiente hermético en el que vayamos a conservar. En mi caso uso envases de unos 125gr, ya que congelo todos los recipientes menos uno que se queda en la nevera, se conserva bien y tan sólo hay que sacarlo un día antes y dejar que descongele en el frigo, sacar un poco antes de tomarlo para que se unte mejor y disfrutar.
En la foto está mi regimiento de cacharritos enfriándose para congelar.
Es una receta sencillísima y se tarda nada en hacer el paté, el resultado es impresionante en sabor... creo que me voy a aficionar a esto del paté casero... los siguientes de finas hierbas ;)
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